La sensación de no hacer nada bien...

La mayoría de nosotros, tiene que compaginar el cuidado de la persona dependiente con las obligaciones propias de nuestra vida.

Además de estar pendiente de esa persona que nos necesita, también debemos atender un trabajo, una pareja con sus propias necesidades, unos hijos con sus propios problemas, y ya de nuestras propias necesidades mejor ni hablamos...

Con tantos frentes a los que atender, hay momentos en que uno se siente como en ese número de los platos chinos malabares, donde una persona corre de plato en plato intentando que no se caiga ninguno y con la sensación de que por mucho que corramos todos van a acabar rotos en el suelo.

Creo que en esos momentos es bueno recordar que llegamos hasta donde llegamos, que lo estamos haciendo lo mejor que podemos y que "rompiéndonos" nosotros como cuidadores porque no llegamos a todo no vamos a conseguir nada.

Debemos poner en valor todo nuestro esfuerzo, toda nuestra valía como personas, como cuidadores, como padres, pareja, etc., y evitar caer en el error de poner piedras en nuestra mochila sintiendo que no lo estamos haciendo lo suficiente bien.